Lectura: Marcos 10:17-22 Pastora Belkis Fernández
Este joven estaba muy emocionado y vino hincado de rodillas y le dijo a Jesús: “Maestro bueno”… El Señor le refutó y le dijo que solo el Padre, era el único bueno. Jesús sabía que él conocía los mandamientos, pero le hacía falta practicar su generosidad hacia su prójimo.
¿De qué manera reacciono el joven?
1. Lo reconoce como Maestro y le agrega “bueno”. ¿Buscaba congraciarse? 2. Conocía las letras de la Escritura, pero no el Espíritu de despojo total 3. Sus riquezas estaban por encima de su fe 4. Se entristeció ante el consejo de Jesús ¿Que actitud tomamos ante un buen consejo?
Jesús como consejero de este joven:
1. Refutó al joven al llamarle maestro bueno 2. Lo miró, se interesó en él y le mostró amor 3. Le dio un buen consejo: Despójate de todo 4. No le siguió atrás rogándole que dejara sus bienes
¿Cómo aplicamos este mensaje a nuestras vidas? El respetar a Jesús y conocer las Escrituras de manera religiosa no es suficiente. Jesús vio el potencial que tenía este joven, pero él no fue receptivo. El joven se fue triste y no tuvo dispuesto a dejar sus riquezas. Congraciarse con Jesús no es suficiente ¿De qué tenemos que despojarnos para ser útil en su obra?