Lectura: Isaías 43:1-10 Pastora Belkis Fernández
El desierto es un lugar de soledad, de miedo, de espanto, es la imagen de la desolación. (Dicc.B.I, 1990) En este poema el Señor nos dice que él es nuestro Creador, él nos formó y puso identidad en nosotros. No temas cuando te toque pasar por el desierto porque él no permitirás que te deshidrate. En medio del sufrimiento y la opresión del pueblo de Israel debido a que eran cautivos en Babilonia, muchos de ellos estaban atrapados en cuevas, expuestos al despojo y el profeta Isaías le dice al pueblo, no temas ni desmayes porque yo estoy contigo; yo te sostendré con justicia. Que hizo Dios con el pueblo de Israel y también está haciendo con nosotros
• Nos puso nombre. “Mío eres”. En el Salmo 139, dice que aun en el vientre de nuestra madre, ya estaba pendiente de nosotros. • Nos redimió para que le glorifiquemos cada día • Nos ha puesto como su testigo(V.10) En el problema nos promete:
• Que las aguas no nos van a inundar • Que el fuego no nos va a quemar • Que en el desierto abrirás camino y nos hidratara con las aguas de su Espíritu ¿Quiénes somos para Dios? Gente de alta estima y de honra (v.4). Creados para su gloria. (v.7). El abre camino en el mar y sendas en las aguas impetuosas (v.16). Nos aconseja a olvidar las malas experiencias, la historia negativa y nos promete que vendrán cosas nuevas, el abrirá camino en el desierto y aguas en la soledad.