¿Alzaré mis ojos a los montes, de donde viene mi socorro?
Lectura: Salmo 121-1-8
Pastora Belkis Fernández
Confiemos en Dios, Él es incomparable, es eterno y es el que nos guarda en su totalidad, cuerpo, alma y espíritu.
El Salmo 121 es un cántico gradual, un poema de peregrinación; de manera que en forma recitada el salmista expresa su experiencia de reconocer que su ayuda viene de Jehová.
¿A dónde alzamos nuestros ojos en momentos difíciles?
¿Cómo describe el salmista a Jehová?
El que hizo los cielos y la tierra
No dará tu pie al resbaladero
No se adormecerá ni dormirá el que te guarda
Para que tenga más peso su cántico, dice de Jehová lo siguiente:
Jehová es tu guardador
Jehová es tu sombra a tu mano derecha
El sol no te fatigara de día ni la luna de noche
Jehová te librará de todo mal
Jehová es tu sombra a tu mano derecha
Jehová guardará tu alma, tu interior
Jehová guardará tu salida y tu entrada, desde ahora y para siempre
Las circunstancias de la vida no pueden limitarnos a expresar que nuestra protección viene de Dios, aun en las noches vigila nuestras vidas y cuida nuestra salida y entrada. Descansemos en su Soberanía.