Lectura: Lucas 11:5-8
Pastora Belkis Fernández
¿Cuáles son las importunidades de la vida, donde se conoce un verdadero amigo? ¿quién es tu amigo? ¿Quién se acuerda de nosotros ante una enfermedad, desempleo, problema familiar, o cualquier otra situación? La oración con un corazón quebrantado y confiado en Jesús; trae la claridad que necesitamos.
Jesús ilustra el caso de un amigo que va a medianoche a buscar prestado tres panes y su amigo no le abrió la puerta, sino que lo vio como una molestia. Él se molestó porque iba a tener que levantarse y podía interrumpir el sueño a sus hijos, solo razonó hacia adentro y no pensó en la necesidad de su amigo, de proveer pan para la visita que le había llegado. Jesús reconoció que por ser su amigo debió levantarse y atender a su necesidad.
En un momento de importunidad, por lo menos necesitamos ser escuchado. Este amigo que ilustra Jesús, necesitaba solo tres panes, no era una petición complicada. Después de este ejemplo, Jesús dice: pedid y se os dará; buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá. (Lucas 11:9-10). Si eres un verdadero amigo/a de alguien, llévalo a Cristo para que seas receptor del Espíritu Santo y pueda contar con uno de los recursos más poderosa, la oración humillante y constante.
La medianoche sirve para medir si es un amigo verdadero; corre la milla extra, no ponga excusas baratas ante la necesidad de alguien que se acerca a ti, pensando que iba a ser respondido. ¿Dónde están los verdaderos amigos ante una importunidad? ¿A quién acudes cuando estás en necesidad? ¿Con qué tipo de confianza te acercas al Trono de la Gracia?