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Bajo la Protección de Dios - Predica

Lectura: Hechos 12:5-11

Pastora Belkis Fernández


La Escritura es un bálsamo para el creyente y activa nuestra fe. Nuestro Dios libertó a Pedro de la mano de Herodes. El mundo experimenta esta pandemia y vive tiempos de pestilencia, enfermedades y catástrofe natural y una guerra maquillada que no tenemos los detalles, no entendemos. Dios siempre llega a tiempo, aun cuando se intensifican las amenazas, los temores y aumenta el peligro.


El apóstol Pedro tuvo prisionero con la máxima custodia de seguridad. Una cárcel con una infraestructura apropiada de puertas y cadenas. Los guardias pagaban con sus vidas si violaban la seguridad de un reo. Pedro era visto como un criminal peligroso para el sistema político y social y para Herodes.


Mientras Pedro estuvo en la cárcel, la iglesia hacía oración sin cesar por él. Herodes tenía el plan inmediato de asesinarlo y Dios lo convirtió en un plan de seguridad y de rescate. El Señor envió un ángel y una luz resplandeció en la cárcel. y tocando a Pedro en el costado le despertó. El ángel le dio instrucciones a Pedro y de inmediato fue liberado.

¿Qué nos enseña este pasaje de la Escritura?

  1. El “ahora”, no lo entiendes. “Pedro dijo ahora entiendo”. Hechos 12:11

  2. Quebrántate en comunidad. Una iglesia que ora sin cesar por los demás. Hechos 12:5

  3. No calles ante los demás. Hechos 12:17

Las cadenas se cayeron, el portón de hierro se abrió solo, el Señor cegó a los guardianes. Pedro compartió el testimonio del milagro y todos quedaron sorprendidos.


La oración constante de la iglesia trae liberación. No importa la distancia física, Pedro estuvo en la cárcel y la iglesia reunida presencialmente en oración por él. Los planes del maligno no van a prosperar por el poder liberador de la oración constante de la comunidad de fe. Ahora conectados virtualmente y presencialmente podemos disfrutar de sus milagros.

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