Lectura: Éxodo 14:1-13
Pastora Belkis Fernández
El Señor le dijo a Moisés, ¿Por qué clama a mí? Dile al pueblo que marche. Ya estaban acostumbrados a la esclavitud en Egipto y tenían miedo de que el faraón los alcanzara. preferían hasta morir allá. El pueblo de Israel vivió 430 años en Egipto. Ya los egipcios con el tiempo, no se recordaban de José, quien los guardó de una gran hambruna.
Moisés recibió instrucciones de Dios para cruzar el Mar Rojo. Ya había ocurrido la muerte de los primogénitos, la pascua y ahora camino al desierto para luego cruzar el Mar Rojo hacia la libertad total.
Qué podemos observar:
Dios los condujo por una ruta que no estaba cerca. Éxodo 13:17-18
Los enemigos no ceden y los persiguen con 600 carros. Éxodo 14:5-7.
Las quejas del pueblo de Israel, su inconformidad y descontento. Éxodo 14:11-12
No temas, no volverán a tener ese problema. Estén quietos. Ex. 14:13-14
Alza el bastón y extiéndelo hacia el mar. Éxodo 14:16 y vers.21.
El cruce del Mar Rojo en la vida del creyente significa un cambio radical, dejarse conducir por Dios. Hasta aquí llegó esa opresión, pues ya nunca más volverían hacer esclavos en Egipto. El ángel que iba delante de ellos y la columna de nube se puso a su espalda para protegerlos. Jehová derribó los egipcios en una batalla que ocurrió en el mar. (Ex. 14:27). El milagro fue tan poderoso que Dios levantó dos muros para que el pueblo pase en seco. Dios empleó su recurso para combatir, abrió el mar, luego lo cerró, utilizó la nube, el fuego y el ángel.
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