Lectura: Josué 4:1-7
Pastora Belkis Fernández
No olvidemos lo que Dios ha hecho para con nosotros; hagamos un monumento de los testimonios de la obra de Jesús en nuestras vidas. Cuando Dios abrió y cruzaron el Jordán en seco; Jehova habló a Josué para que escogiera 12 hombres y tomaran del medio del río 12 piedras que servirían de testimonio para la siguiente generación.
En lo que uno construye su historia, lo que Dios ha hecho es de capital importancia. Su plan era asegurarse que las nuevas generaciones supieran lo que Dios había hecho. Si olvidamos lo que Dios ha hecho, podemos sentirnos desanimados y amedrentarnos, como fue el caso del profeta Elías, quien también tomó 12 piedras y preparó un holocausto sobre el cual cayó fuego de Jehová y lo consumió. Luego fue desafiado por Jezabel y olvidó lo que Dios había hecho porque no hizo un monumento en su memoria.
Hoy los principios de la fe se tambalean en muchos; porque cruzamos el Jordán y se nos olvida quien lo hizo. Comparte el testimonio de Cristo, levántale un monumento y no olvides que somos piedras vivas para dar testimonio público de su grandeza. Mantén la pasión por Cristo y sed agradecido.
Escuchemos las instrucciones de las Escrituras, tal como dice en Josué 1:8. Levantemos un monumento del testimonio de Cristo. Hay un momento, un tiempo, un lugar que no podemos olvidar (Josué 4:19). Al pueblo de Israel le esperaba enfrentar sus propios desafíos, ya no más mana, comerían los frutos de la tierra, enfrentarían güeras, conquistas, perdidas, engaño y otras realidades, pero no podían olvidar que su historia, es parte de una historia que viene mucho antes de cruzar el Jordán.
