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Aviva la Obra - Prédica

Lectura: Habacuc 3:1-2

Pastor Pedro Julio Fernández


"Sigionot" tiene que ver con la música. Es una indicación musical, que le daba instrucciones al músico de cómo interpretar esta obra. Puede ser también un instrumento musical. Así es que, esta oración es una canción con una elevada alabanza.


Ya este no es el mismo Habacuc que en el cap. 2 había dicho: Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré por ver lo que se me dirá, y qué he de responder tocante a mi queja.

Habacuc pensaba que Dios se había retirado de la escena, que había cerrado sus ojos, y por lo tanto no observaba lo que estaba ocurriendo. Pero Dios le dio una respuesta a este hombre, a Habacuc, el profeta que tenía tantas preguntas.


Así fue que Habacuc se declaró profeta de Dios, y que asumía su responsabilidad, al decir: "Sobre mi guarda estaré, y sobre la fortaleza afirmaré el pie, y velaré para ver lo que se me dirá, y qué he de responder tocante a mi queja."

De modo que, Habacuc estaba diciendo que iba a subir al lugar del atalaya, y que allí esperaría. Que iba a ser muy paciente. "Voy a esperar - dijo - voy a esperar allí porque sé que Él tiene una respuesta. No sé cuál es la respuesta en este momento; pero Él tiene una respuesta, y Él me la dará a su debido tiempo. Así es que iré allí y esperaré pacientemente."


El profeta esperaba que Dios le fuera a dar la respuesta correcta. Entonces, y sólo entonces él comprendería, y ya no tendría más preguntas. Ése fue el pensamiento que se expresó aquí en este versículo. Dios le iba a dar la respuesta, en el futuro, y él, Habacuc, sólo tenía que esperar. Ahora, eso significaba una "demora". Y la razón por la cual Dios no actuó inmediatamente para hablarle es porque Dios actúa lentamente en todo lo que hace, en todo lo que Él realiza. Dios le daría una respuesta, pero eso sólo ocurriría en el tiempo que Dios considerara apropiado.


Ahora vemos a una persona más madura, más creyente, más consciente. Habacuc, cambió completamente su modo de pensar y comenzó a ver la realidad desde un punto de vista diferente, que era al punto de vista de Dios. Él dijo: "He oído tu palabra, y temí". Ahora, ¿de qué tenía temor el profeta? Bueno, él había pensado que Dios no estaba haciendo nada. Y en ese momento estaba atemorizado, pensando que Dios estaba haciendo demasiado o llegando demasiado lejos. Notemos lo que él dijo aquí en el versículo 2, que acabamos de leer: "Oh Señor, he oído tu palabra, y temí. Oh Señor, aviva tu obra en medio de los tiempos, En medio de los tiempos hazla conocer; En la ira acuérdate de la misericordia."


Dos cosas muy importantes para el creyente pedir a Dios en confianza y en este momento de profunda necesidad, aviva tu obra y acuérdate de tu misericordia.


Aplicable a una persona que siente que sus ánimos están llegando a niveles bajos y le dice a Dios “avívame” “acuérdate de tu misericordia para conmigo” Nadie más que tú sabes si te estás apagando, si ya no tienes sentimientos para la obra de Dios de la cual ya no participas.


Pero aplicable a la petición de que Dios tenga misericordia de la humanidad, que avive su iglesia a nivel mundial para seguir evangelizando en la misión encomendada por Dios.


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