Lectura: Isaias 55:6-11
Pastora Belkis Fernández
El pan, agua y leche son símbolos de alimentación básica. El vino simboliza la alegría, gozo y paz. La Escritura nos enseña las riquezas del hombre interior. ¡Cuán equivocados estamos solo invirtiendo en el cuerpo! No es malo cuidar tu cuerpo, pero y ¿de qué te alimentas interiormente? La Escritura es agua, leche, pan y vino porque trae paz y reconciliación con el Creador.
¿Qué puede distraernos de Dios? Los afanes, el materialismo, la vanidad de la vida y la frustración por las pérdidas que hoy experimentan la humanidad. “Así será la Palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.”
¿Cuándo podrás buscar a Dios? ¿Hasta cuándo vas a seguir viviendo sin arrepentimiento? La oferta es gratuita. ¿Tendrás tú la oportunidad de arreglar tu vida con tu Creador? ¡Solo piensas buscar a Dios, cuando te llegue el día malo! ¡Cuidado!
¿Cuál es el mensaje de esperanza que podemos encontrar?
Una buena mayordomía te lleva a la plenitud. Comerás bien. Isaías 55:2
Un pacto eterno. Isaías 55:3
Armonía entre el ser humano y la creación. Isaías 55:12
Acerquémonos a Dios ahora porque él puede ser hallado. Habla de Jesús, prioriza tu espiritualidad y modela el carácter de Jesús. Esta es una invitación abierta para todos los sedientos. Recuerda que la Escritura es como una semilla plantada acompañada de lluvia la cual irriga la tierra hasta lograr germinar y producir frutos.
