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La Bendición de Jacob: Altas y Bajas - Prédica

“Una Obediencia a un Cran Costo”

Lectura: Génesis 28:16-22

Pastora Belkis Fernández


¿Cómo un hombre como Jacob, recibió la bendición del Altísimo, siendo un engañador? Jacob tuvo la oportunidad de ser bendecido, pero pagó un costo muy alto, dado las consecuencias de sus acciones.


Jacob vivió un proceso muy doloroso de saber que su hermano lo buscaba para matarlo, de engaño de parte de su suegro Labán, de problemas en su familia materna, dolor al morir su esposa Raquel, dolor en la desaparición de su hijo. Él cargó con una mochila muy pesada. Vemos su vida al final, que dijo: “pocos y malos han sido los años de mi vida”.


El Señor le dijo “Yo estoy contigo, y te guardaré por donde quiera que fueres”. Si la presencia del Señor está presente, no hay lugar a dudas que, a pesar de tomar la vía más larga, él iba hacer lo que Dios ya había determinado.


La base de la familia de sus padres no era sólida sino fundamentada en mentiras, acciones escondidas, preferencias de hijos y en general, la falta de honestidad entre ellos mismos.

¿Cómo se puede observar a Jacob en este pasaje de la Escritura?

  1. Jacob ignoró la presencia de Dios en Bethel. Gen. 28:16

  2. Jacob hizo un pacto con Dios. Gen.28:20-21

  3. Dispuso apartar para Dios su colaboración, como una adoración. Gen. 28:22

Jacob fue muy egocéntrico, pudo haber pensado en su hermano y no participar del plan secreto de su madre Rebeca. Él pudo manejarse con la regla de oro, no le hagas a otra persona lo que no quiere que te hagan a ti.


La bendición patriarcal le alcanzó porque Dios se le reveló a él, lo bendijo con tierra, lo bendijo con descendencia y al regresar a Bethel, le recordó a su familia el compromiso espiritual. El Señor le cambia el nombre, ya no eres Jacob, el engañador sino Israel, el luchador. Ya no más ídolos y tinieblas, sino luz. Él quería asegurarse que al regresar a Bethel no había ídolos escondidos.


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