Lectura: Hechos 4:23-31
Pastor Pedro Julio Fernández D.Min.
La iglesia local juega un papel importante en la vida espiritual de los creyentes. En la mayoría de los casos, la iglesia local es la fuente principal de enseñanza bíblica, adoración, discipulado, responsabilidad, amonestación, ánimo y compañerismo.
En 1 Crónicas 4:9-10 está contenida la oración que Jabes hizo a Dios. Esta oración es una petición y Jabes pidió: Extensión de su territorio, que Dios esté con él y que lo libre de todo lo que le cause dolor. En RVR60 dice: !!Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, ¡para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió.
En este pasaje de Hechos 4, vemos el predominio de la oración, la unidad congregacional y el fundamento bíblico en el diario vivir de los discípulos. La oración es la manera de hablar con Dios. En la conversación de los creyentes no se margina la palabra de Dios y se usa para entender las vicisitudes y vituperios que pasan y para apoyar en las Biblia las peticiones y ruegos que se hacen.
Pedro y Juan que habían estado presos y que fueron maltratados y humillados por causa del nombre de Jesucristo, al entender la palabra de Dios, quedan satisfechos de haber sufrido por su fe.
Ellos pudieron haber ido donde amigos, familiares o a la policía a colocar una denuncia. Los creyentes no reaccionan en la carne para devolver con la misma moneda. Los creyentes fueron a los “suyos” Los suyos que son las personas comprometidas con la iglesia y que están disponibles para amar, servir y bendecir, apoyaron con sus oraciones de solidaridad.
Desde el v 24 hasta el 30 “son los suyos” que están congregados los que se encargan de hacer las oraciones: 24 Y ellos, habiéndolo oído, alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay; (Un claro y abierto reconocimiento de la grandeza de Dios para fortalecer a hermanos que han sido apresados, maltratados y castigados)
Ellos pudieron citar a por los menos a Éxodo 20:11 y el Salmo 2:1-2
“Los suyos” hicieron una oración basada en las Escrituras y no hay cosa que fortalezca más a una persona que la palabra de Dios.
Ellos reconocen las amenazas del enemigo como un peligro real que se puede materializar y las colocan en las manos del Señor para no detenerse en eso y avanzar en el trabajo encomendado. Es como decirle a Dios: Ahí está el enemigo, en tus manos está el control, mientras tanto sigue haciendo obras de poder y milagro a tu pueblo para avanzar en la predicación del evangelio a toda criatura. Danos confianza y valor para seguir predicando en evangelio.
Todo concluye con el v. 31: “Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios”.
Después de esta oración, el lugar donde estaban reunidos tembló y todos fueron llenos del Espíritu Santo. Y predicaban con valentía la palabra de Dios. El lugar físico donde estaban CONGREGADOS tembló y no para destruirlo, sino para confirmar que Dios escucho la oración y respondió.
