Lectura: Ruth 1:16-17
Pastora Belkis Fernández
En medio de una gran hambruna en Belén, Elimelec, su esposa Noemí, y sus dos hijos llegan a Moab y estando allá enfrentan una gran tragedia; pues muere Elimelec y luego sus dos hijos. En un periodo de diez años ya habían muerto los dos hijos también. Noemi queda sin esposo y sin hijos, solo con las esposas moabitas de ambos hijos, Ruth y Orfa.
Noemí se entera que la situación en Belén ha mejorado y sale de viaje con sus dos nueras viudas, pero luego le recomienda que regresen a Moab, a partir de ahí encontramos el compromiso de amor que hace Ruth para con Noemí su suegra.
Parte de las riquezas que encontramos:
Ambas nueras lloraron, por su impotencia, pero Orfa retorna a Moab
Ruth tomó su propia decisión de seguir a su suegra y no abandonarla
Ruth renunció a su pasado, a su familia biológica y a sus dioses
La confesión de Ruth, es una confesión de amor y de lealtad total
La decisión de Ruth implicaba:
Riesgo, renunció a sus propios derechos, para unirse a una viuda amargada.
Sujeción y humildad, iba como extranjera
Sacrificio y trabajo para ayudar a Noemí
Dios es soberano, no hace acepción de personas y permite que Ruth sea redimida por el hacendado Booz y de su descendencia proceda la familia biológica del Mesías. Ruth muestra un carácter de sierva, decidida, trabajadora, compasiva y de lealtad total.
La lealtad es un compromiso de amor, no se negocia, ni se colocan los intereses personales antes que la integridad. Si somos leales a Jesús, también lo seremos a nuestra familia, a su cuerpo y en el lugar donde Dios te ha colocado.