Lectura: Juan 3:30/Mateo 11:11
Pastora Belkis Fernández
“Yo no soy el Cristo” dijo Juan el Bautista cuando los lideres religiosos preguntaron acerca de su identidad. Juan 1:20. El aclaró no era el más importante.
Observamos previamente lo siguiente:
Juan el Bautista no había sido encarcelado. Juan 3:24
Hubo discusión entre los discípulos de Juan y los de Jesús. El bautiza y “Todos vienen a El”
¿Qué aprendemos de la actitud de Juan? Juan 3:27
Dos grupos estaban en tensión y conflicto, hasta que Juan el Bautista les aclaró que esto era necesario que acontezca. ¿Sería que enfrentaban una atmósfera de competencia? Diría Juan, yo no compito con Jesús, soy amigo y me gozo de lo que está pasando. ¿Qué mensaje nos deja Juan a nosotros hoy?
¿Nos gozamos cuando tenemos que ceder hasta morir a nuestro propio yo?
¿Qué es necesario hacer para levantar a Jesús y ser reducido?
Cuando Dios te envía, El coloca su Palabra en tu boca y él no te da el Espíritu por medida. Juan el Bautista disminuyó sin buscar explicaciones.
En Mateo 11, vemos el otro escenario, cuando ya Juan el Bautista estaba encarcelado, tuvo confusión y no estaba seguro de que Jesús era el Mesías. ¿Cuál puede ser una de la razón? El mensaje de juicio que esperaba que Jesús anunciara. Ver Mateo 3:12” Su aventador está en su mano…”. ¿De qué manera le responde Jesús a Juan?
Dejemos el juicio y actuemos como Jesús actuó, no con palabras sino con hechos concretos, ¿Qué oyes? ¿Qué ves? Un mensaje de misericordia. porque la misericordia triunfa sobre el juicio. Santiago 2:13. Escuché a alguien decir tu trabajo no es convertir, tu trabajo es amar, sin importar su condición.