Lectura: Eclesiastés 12:9-14 Pastora Belkis Fernández
“Y esta es mi conclusión definitiva: teme a Dios y obedece sus mandamientos, porque esto es lo más importante para todo hombre y mujer”. Eclesiastés 12:9- 13.
Salomón cuenta sus experiencias desde su juventud hasta su vejez y cuenta sus momentos de alegría y sus frustraciones para llegar a la conclusión que el fin de todo sermón oído es; teme a Dios y guarda sus mandamientos porque esto es toda la felicidad del hombre, o en otra versión dice, teme a Dios y obedece sus mandamientos porque esto es lo más importante para todo hombre y mujer.
A medida que Salomón se hacía más sabio llega a entender que las palabras de los sabios son como aguijones y como clavos hincados. “Tanto los aguijones y los clavos son útiles de pastor, uno se usa para motivar a animales desganados, el otro para asegurar a los que sin ello podrían errar a un territorio peligroso” (J. MacArthur). Los libros y los muchos estudios que no provienen de la sabiduría de Dios traen cansancio y son conocimientos transitorios. La conclusión es teme a Dios, guarda sus mandamientos porque Dios juzgará las acciones buenas y mala del ser humano.
El temor a Dios consiste en aborrecer el mal. El orgullo, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa, yo aborrezco (Prov. 8:13). Toda cosa encubierta, sea buena o sea mala; Dios la traerá a juicio. El creyente comparecerá ante el tribunal de Cristo y el incrédulo ante el gran trono blanco. Asegúrate de asumir tu responsabilidad de lo eterno.