top of page

Plena Dependencia en Dios - Sermón

Lectura: Deuteronomio 8:1-4

Pastor Pedro Julio Fernández


Dios trazó el viaje de su pueblo desde Egipto a Canaán haciéndolo por el desierto de la península del Sinaí y no bordeando el mar Mediterráneo.


Dios sabía lo que estaba haciendo y ahora le recuerda al pueblo que no olvide su pasado ni la creatividad de Dios de darle dirección, comida, agua y protección.


Dios los metió intencionalmente en el desierto para entrenarlos [probarlos] en condiciones y circunstancias reales, para hacerles ver que se puede vivir de la palabra creativa de Dios. En el l capítulo 29 de Deuteronomio, en la antesala de la despedida de Moisés, vuelve a recordarles que por cuarenta años han vivido sin vino, sidra, pan ni nada hecho por su propio esfuerzo y que Dios los ha sostenido.


Siguiendo las 11 jornadas del pueblo desde el monte Sinaí hasta Cades-Barnea hallamos mucho fracaso por el olvido de quién es Dios. Según Éxodo desde el Mar Rojo hasta el Monte Sinaí, ante su primera crisis de falta de agua murmuraron (Ex 15), pero al faltarle comida porque se comieron todo lo que sacaron de Egipto dijeron que Dios los sacó para matarlos (Ex 16). Ellos entendieron ahora la razón por la cual Dios no los mató en Egipto, sino para que murieran en el desierto. Ese fue su necio entendimiento de los planes de Dios.


Dios los llevó allí para humillarlos y ponerlos a prueba, a fin de conocer sus pensamientos y saber si iban a cumplir o no sus mandamientos. Dios quería hacerlos plenamente dependientes de él. La humillación consistió en impedirle vivir por sus propios medios, fue una prueba al corazón [voluntad] a ver si cumplirían los mandatos de Dios y dependían de todo lo que sale de los labios del Señor.

bottom of page