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Amor Incondicional - Prédica

Lectura: Juan 13:1-8

Pastora Belkis Fernández


Cuando te humillas de corazón, tal como lo hizo Jesús, es porque amas de verdad. Lavar los pies es sinónimo de entrega total e incondicional. Lavar los pies en buen estado, lavar los pies enfermos, o enlodados o polvorientos es un acto de exposición y amor sacrificial.


Jesús lava los pies como ejemplo de su amor incondicional y aun teniendo la oportunidad de haberse distraído, no lo hizo, sino que se enfocó en servir como una muestra de darle la oportunidad para que procedan al arrepentimiento, aun de alguien que su corazón ya lo tenía dañado, como fue Judas Iscariote. No todos estaban limpios espiritualmente.


¿Que puedes destacarse de esta experiencia de Jesús?

  1. Jesús ama a través del servicio incondicional. Juan 13:4-5

  2. Jesús tuvo que agacharse o bajarse al lavar los pies. Filipenses 2:8

  3. Jesús da ejemplo para que el creyente lave los pies a sus semejantes. Juan 13:13-15

Practiquemos el amor incondicional, aun en los escenarios más desafiantes que podamos estar enfrentando. ¿Podemos amar hasta el final? Pedro no comprendió que Jesús ejerciera el trabajo de un esclavo, pero la ignorancia no nos exime de amar de manera incondicional.


Jesús se puso de rodillas para que nadie maltrate a nadie, para que la dignidad del ser humano sea restaurada. ¿A quién puedes buscar esta semana y lavarle los pies? ¿Estamos dispuestos a ensuciarnos con los pecadores de este mundo y llevarlos a Jesús? Jesús amo a los suyos hasta el fin. Les lavó los pies a sus discípulos a sabiendas de que estaban sucios, llenos de polvo de los recorridos que hacían en el camino y expuestos a cualquier contaminación. ¿Realmente ama a los demás como amo Cristo?


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