Cuidado con la Amargura - Predica
- tefyveg
- 13 jul
- 2 Min. de lectura
Lectura: Salmo 73:21-28
Pastora Belkis Fernández, D.Min
.
¿Para qué sirvo a Dios? Diría el salmista, porque se sintió frustrado al ver la prosperidad del arrogante y lo bien que le iba. El luego abrió los ojos espirituales y se dio cuenta que su final no andaba bien.
El comenzó a compararse y la amargura lo estaba consumiendo hasta sentía punzadas en su corazón y se sintió confundido, las comparaciones lo empeoraron. Diría, ¿Y vale la pena ser creyente y haberme apartado de pecado?
La amargura es un resentimiento peligroso que daña la vida misma de la persona. El salmista Asaf cuando fue al templo se dio cuenta que estaba equivocado y comprendió el fin de ellos. El reconoce su falta de inteligencia y su torpeza.
El problema es cuando vemos solo una parte y no el todo. El entendió luego que Dios había sido muy bueno para con él, de tal forma que lo había tomado de su mano derecha y que lo había guiado. Lo que necesita el hombre, sentirse acompañado y agarrado de Dios.
En Hebreos 12:15, la Escritura dice, cuidado si dejamos de alcanzar su gracia porque hay presencia de amargura, que se convierte en un estorbo y que puede contaminar a otros.
La amargura es una tragedia provocada por la envidia, el rechazo, la frustración y por el daño provocado por alguien. La preocupación de Pablo es muy notoria y en Efesios 4:31 amonesta para que se quite de nosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia.
¿Qué trae la amargura?
La amargura te daña el carácter y te bloquea la claridad de mente hasta te pone a ver fantasma.
La amargura siembra la discordia y crea resentimiento por heridas no cicatrizadas.
La amargura puede excluir el perdón y causar problemas en la salud física, emocional y espiritual.
Pide al Señor que analice tu corazón y que, si hay alguna raíz de amargura, que sigue brotando, hoy, tu puedas acudir a la sangre de Cristo Jesús, la cual nos limpia de todo pecado. La actitud de humildad es el camino para ceder y dejar que el Espíritu Santo domine todas las áreas de nuestro interior.

Comentarios