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Dejar a Dios: Una Locura - Prédica

Lectura: Marcos 8:31-38

Pastor Pedro Julio Fernández


Y comenzó a enseñarles que le era necesario al Hijo del Hombre padecer mucho, y ser desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y ser muerto, y resucitar después de tres días. Esto les decía claramente. Entonces Pedro le tomó aparte y comenzó a reconvenirle. Pero él, volviéndose y mirando a los discípulos, reprendió a Pedro, diciendo: ¡Quítate de delante de mí, Satanás! porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres. Y llamando a la gente y a sus discípulos, les dijo: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. Porque ¿qué aprovechará al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Porque el que se avergonzare de mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles.

El problema de Pedro fue que quitó la mirada de las cosas de Dios para colocarla en las cosas de los hombres. Es una locura desviar la mirada de Jesús el autor y consumador de la fe (Heb 12:2) para ponerla en las cosas pasajeras de esta vida.


Saúl hizo lo mismo en el AT al desechar la palabra de Dios y colocar la suya. Samuel le dijo: Locamente has hecho; no guardaste el mandamiento de Jehová tu Dios que él te había ordenado; pues ahora Jehová hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre (1 Sam 13:13). Entonces Saúl dijo a Samuel: Yo he pecado; pues he quebrantado el mandamiento de Jehová y tus palabras, porque temí al pueblo y consentí a la voz de ellos. Perdona, pues, ahora mi pecado (1 Sam 15:24).

Debemos ser obedientes a la palabra de Dios y no hacer como los lideres del judaísmo que la invalidaban poniendo doctrina de hombres como si fuera de Dios. (Marcos 7:9-13). Es cuando uno decide hacer lo que quiere por encima de lo que Dios quiere y esto es una locura que se paga muy cara.


Los requisitos para ser seguidor de Jesús son negarse a uno mismo, tomar su cruz y seguirlo solo a él. No hay nada en este mundo mas sublime que seguir a Jesús por lo tanto no hay excusas para avergonzarse de Jesús y de su evangelio en una sociedad contaminante y pecadora. Al contrario, debemos ser luminarias en medio de las tinieblas.


Finalmente, Pablo nos aconseja buscar las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.


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