top of page

El Afán de Cada Día - Prédica

Lectura: Matero 6:34

Predicando Pastora Belkis Fernández, D.Min.


Jesús aconseja que, ante tanto afán y ansiedad, la respuesta es confianza en Dios y no en las cosas materiales. El afán y la ansiedad están destruyendo vidas por los excesos de tareas. El afán lleva a una cotidianidad angustiante que en muchas ocasiones sacrifica la dependencia de Dios.


Jesús dijo: “Mira las aves del cielo, no siembran, ni siegan ni recogen en graneros; y el Padre celestial las alimenta. Las flores, no trabajan y Dios las vistes más hermosas que ni Salomón se vistió como una de esas flores”. Y, por más que nos afanemos no podemos añadir medio metro más de estatura y ser más alto. En otras palabras, estemos tranquilos y humillémonos para aprovechar su gracia.

Después de la pandemia de la COVID, hay un deseo enorme de tomar la vida más despacio y es correcto que se descanse, pero sin retirar a Cristo.


La Escritura dice: “…basta a cada día su propio mal.” (Mateo 6:34). El día de mañana tiene sus adversidades y el apóstol Pablo en Efesios presenta una guerra espiritual a cuál se combate con las armaduras correctas para enfrentar el día malo. No podemos estar desapercibidos.

En Mateo 11:28 Jesús les dijo: “Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Jesús no quitará las cargas que debes llevar, pero pondrá una carga que te permita descansar. Tus cargas serán diseñadas a tu medida, si te sometes a Jesús.


La Palabra yugo significaba el aparato que aprisionaba el cuello de los cautivos…. un trozo de madera que se colocaba sobre el cuello de las bestias de carga para transportar objetos pesados. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón y hallareis descanso para nuestras almas. Porque mi yugo es fácil y ligera mi carga”.


El antídoto del afán es una humillación constante y dependencia total de Cristo. El mundo, el diablo, la carne te pueden poner cargas para mantenerte en la esclavitud del pecado, pero Cristo vino a deshacer las obras de las tinieblas. El apóstol Pablo nos aconseja que sobrellevemos los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. (Gálatas 6:2).


Jesús concluye que busquemos primero el reino de Dios y su justicia, el resto vendrá por añadidura. El camino fácil nos lleva a una vagancia espiritual, desagradable ante los ojos de Dios.


predica
bottom of page