El Gozo del Señor Compartido - Predica
- tefyveg
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Lectura: Mateo 25:14-15
Pastora Belkis Fernández, D.Min.
Aquí en esta tierra, por más indiferente que sea una persona, debe recordar que Dios tiene un propósito con su vida. En la tabla de peso en el periodo del Nuevo Testamento, un talento valía 100 monedas de oro. Una moneda de oro valía 6,000 monedas de plata (Comentario Biblia Esquematizada RV1960). Un talento era una medida de peso. La cantidad de nuestros talentos no es lo más importante sino el espíritu de obediencia en ser laboriosos para con Dios.
El evangelio de Mateo narra la parábola de los talentos. Jesús, aquí aparece como un empresario que sale de viaje y asigna responsabilidades a las personas que deja en su ausencia. En otras palabras, aquí en la tierra tú y yo somos administradores, no los dueños de lo que Dios nos ha depositado.
El empresario se fue de viaje y asignó ocho talentos a tres personas. Al primer empleado le entregó 5,000 monedas, al segundo empleado 2,000 mil monedas y al otro empleado le entregó 1,000 monedas. El de 5,000 se puso a trabajar y ganó 5,000, el de 2,000 ganó 2,000 y el de 1000 decidió esconderlo bajo tierra, porque tenía miedo.
¿Qué enseñanza nos deja? O somos gente de trabajo o personas vagas y que justificamos nuestra manera de no ser laboriosos para con Dios. El creyente comprometido, obedece, toma riesgo y produce. El acomodarnos y evitar los desafíos es ser un cobarde.
¿Están nuestros talentos enmohecidos? ¿Habrá rendición de cuentas? Dos empleados excelentes fueron gratificados y lo invitaron a celebrar. Al último empleado, el empresario le dijo: “Eres un empleado malo y perezoso. Si sabías que soy muy exigente, ¿por qué no llevaste el dinero al banco? Así, al volver, yo recibiría el dinero que te di, más los intereses.
“Quién te ha dado lo que tienes? ¿A quién le rinde tu tiempo? Jesús mira lo que los hombres no ven. El Señor te hace la invitación para que celebres y para que se multiplique tus resultados. El que no ejerce sus dones, cae en la oscuridad y sus resultados son reducidos.
En conclusión, Dios espera que seamos fieles para con Dios y ser productivos. Esas excusas de no buscar a Dios son producto de una actitud de no querer conocerle. ¿Cuáles
son tus mayores inversiones en la vida? La ganancia del primero no interfirió en la del
segundo, no le hizo daño a nadie ¡Cuidado de no enterrar el capital que tienes!
Comportémonos como ciudadanos del Reino de Dios. No entierres tu talento y disfruta del gozo del Señor.

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