El Hombre Interior Fortalecido
Llenos y a Plenitud
Lectura: Efesios 3:14-21
Pastora Belkis Fernández, D.Min.
En muchas ocasiones nos dirigimos por lo externo, por nuestros ojos y por lo que tenemos al frente. Si somos verdaderos creyentes tenemos que modelar vidas llenas del Espíritu de Cristo y a plenitud.
El apóstol Pablo cae de rodillas y a través de una actitud sumisa ora para que los Efesios comprendan la grandeza y dimensión del amor de Dios que sobrepasa todo entendimiento. ¿Qué pasaría si comprendiéramos el amor de Dios por nosotros?
La riqueza de Dios es tan grande que dirige estas palabras al grupo, de manera que se dirige a los santos, es decir a la iglesia, a la asamblea , al grupo de creyentes que debe comprende la amplitud del amor de Cristo.
Ante tantos desafíos, divisiones, retos, Dios padre espera que los santos, redimidos comprendamos cual sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento. A Dios sea toda la gloria que nos permite vivir una vida en comunión con el Señor y con su cuerpo que es la iglesia.
El amor de Cristo aquí aparece como el amor pleno, como la medida completa, la cual no hay otro espacio ni medición que llene como el amor de Cristo. Hoy, la iglesia está enfrentando diferentes guerras espirituales y de ahí que antes de terminar la carta a los Efesios les dice que tienen que prepararse para tomar toda la armadura de Dios.
Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Antes de describir cada armamento, primeramente, invita a fortalecer nuestro hombre interior.
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