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Lidia: Una Verdadera Creyente - Prédica

Lectura: Hechos 16:13-15

Pastora Belkis Fernández D.Min.


Lidia fue una de las pioneras en recibir el evangelio en Europa. ¿Qué impacto hay en tu vida cuando te reúnes con otros creyentes para adorar a Dios? ¿Qué enseñanza nos deja este pasaje de la Escritura? Mientras Lidia escuchaba a Pablo, el Señor abrió su corazón. La decisión de ir a ese lugar, de orar, de adorar a Dios trajo por consecuencia su fe. Ella creyó junto a su familia y todos fueron bautizados.


El apóstol Pablo llega a Filipos con su equipo misionero y en las afueras de la ciudad encuentran un grupo de mujeres orando. Cuando Pablo se reúne con estas mujeres Lidia puso mucha atención a su predicación. Ella actuó en fe y recibió a Jesucristo y se bautizó con toda su familia. Ella pidió que se quedaran en su casa e insistió hasta obligarlos a quedarse.


El evangelio se expandió en Filipos, y una de la contribución que recibieron los predicadores fue la hospitalidad de Lidia; a pesar de las persecuciones, ir presos y al final Dios los saca en victoria.

Cuando cayeron preso Pablo y Silas ella convirtió su casa en la iglesia. En Hechos 16:40, al final vemos que al ser liberados de la cárcel ellos se fueron a la casa de Lidia. Los hermanos se consolaban los unos a los otros. Estamos en la undécima hora y hoy, hombres y mujeres serán usados para la predicación del evangelio de Jesucristo. Lidia tenía una fe real y verdadera. Ella sirvió por amor y corrió la milla extra al darse cuenta de que los siervos de Dios iban a necesitar alojamiento.


¿Cómo manejaba Lidia su tiempo? ¿Podía poner una excusa? Lidia era una mujer muy ocupada en sus negocios; y, aun así, decide asistir a una reunión de mujeres en las afuera de la ciudad. Este fue el primer paso para que ella y su familia recibieran la bendición de Dios. En esa reunión había muchas mujeres, pero la Escritura narra que Lidia era una mujer adoradora.


Si eres un verdadero creyente, eres un instrumento para liberar a otros. Lidia estaba dispuesta a probar su fe a través del ofrecimiento de su casa al servicio de la obra de Dios. Lidia pertenecía a la ciudad de Tiatina, una ciudad corrupta y mundana, a tal extremo que la Biblia dice que en la iglesia había problemas doctrinales y profundidades de Satanás que ni ellos conocían.


El testimonio de Lidia es muy similar al de Cornelio en Hechos 10. La Biblia dice que Lidia era una adoradora y esa actitud de agradecimiento hizo que Dios les abriera su corazón. Adoraba a Dios, sin haber sido bautizada.


La predicación de Pablo trajo un impacto en la vida de una joven adivina, lo cual fue liberada. Pablo reprendió el espíritu de adivinación que oprimía a esa joven. El Señor rompió cadenas, ellos cayeron presos y el Señor los liberó y el guardia recibió a Jesús, y junto a su familia fue salvo y juntos fueron bautizados.


Hoy, la adoración en comunidad a nuestro Creador es un desafío el cual no podemos ceder. Debes abandonar tu zona de confort y unirte al pueblo de Dios, a creyentes que oran juntos. T Ten ánimo y sírvele a Dios, así como lo hizo Lidia, pon en disposición tus talentos y testifica de su fe, de tal forma que en tu familia y en tu comunidad digan que hay un estorbo y es la luz trabajando en un mundo en tinieblas.


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