Lectura: Salmo 61:1-6
Pastora Belkis Fernández D.Min.
Quizás te sientas inseguro del ambiente físico, emocional y espiritual. Puede que estés expuesto al peligro, o en apuro económico, o luchando con una enfermedad, o en una batalla familiar o dejándote arrastrar de las noticias desastrosas que acompañan a esta humanidad. Aun, así, el Señor sigue siendo nuestra roca alta, nuestro refugio y torre fuerte.
Tú puedes visitar reliquias históricas como murallas, torres, lugares de refugio, fortalezas que fueron de protección para evitar que el enemigo ataque a la ciudad y así evitar poner en peligro la vida de sus habitantes. Así compara el salmista la protección de Dios, pero una protección que no tiene falla ni grieta. Una protección que te lleva a la victoria.
David le ruega a Dios que lo oiga. Él sabe que mediante su clamor puede conseguir protección eterna. Me encanta cuando dice, “llévame a la roca que es más alta que yo”. En otras palabras, tómame de la mano, llévame contigo y ponme en un lugar seguro.
Esta proclamación representa la seguridad en Dios como el refugio más seguro y en el cual nada ni nadie podrá hacerte daño. No hay errores de ningún tipo en la protección que viene del Altísimo, la cual la representa de la siguiente manera:
Dios es como una Roca alta. Deuteronomio 32:4
Dios es como Torre fuerte. Proverbios 18:10
Dios es como un Tabernáculo. Salmo 61:4
Dios es como un Ave con alas que cubren. Salmo 91:4
Si Dios es por nosotros, ¿Quién contra nosotros? Pablo comprendió que nada nos pude separar del amor de Cristo. Hay que estar tranquilo, nada va a pasar que no sea bajo su soberanía. Recuerda que sobre un alto, vigila otro más alto y sobre ese más alto, vigila Dios. Ejercítate en la quietud y la confianza que a pesar de las amenazas que tiene este mundo loco, o las amenazas en tu vida personal, familiar, congregacional y como parte de la sociedad civil; Dios sigue siendo Dios y tiene todo el control del presente como del mañana.
Comments