Lectura: Juan 9:1-12
Pastora Belkis Fernández D.Min.
Al pasar Jesús, se detuvo y sanó un ciego de nacimiento. Un ciego era una persona marginada por la sociedad. No todos los problemas de una persona vienen por problemas de pecados. Él quería glorificarse en el Kairós de Dios, en el momento que hay luz, en el tiempo aceptable que es ahora. Dios desea tocar tu corazón ahora, antes que ya sea tarde y de noche.
Los discípulos pensaron que nació ciego porque alguien había pecado. ¿Sera esto un castigo y por eso nació así? Hoy tú puedes decir, ¿Qué he hecho para que me ocurriera algo así?
Jesús estaba rodeado de un ambiente de críticas y de mucho cuestionamiento a su deidad. La violencia se desató contra Jesús, tomaron piedras y tuvo rápidamente que esconderse. Ante tantas mentiras, Jesús les dijo, “El que es de Dios escucha las palabras de Dios. Por esta razón ustedes no las escuchan, porque no son de Dios. Juan 8:47. Jesús mantiene una actitud honesta y saca las mentiras de aquellos religiosos. Jesús hace el milagro en un día de reposo.
Jesús escupió en la tierra, hizo lodo con la saliva y les untó lodo a los ojos del ciego. Luego lo envió a lavarse al estanque de Siloé. El ciego fue al estanque de Siloé, se lavó y recibió la vista.
Los vecinos preguntaron, ¿Quién y cómo te abrieron los ojos? Juan 8:10-11. El milagro provocó que los fariseos lo expulsaran al nuevo vidente. Cuando oyó Jesús que lo habían expulsado, hallándole le dijo, ¿Crees en el Hijo de Dios? El hombre creyó en Jesús, y le adoró.
¿Qué interpretación encontramos en el texto?
Jesús nos observa y tiene una preocupación sincera
Este no era un problema de pecado, sino para Dios glorificarse
Los vecinos se quedaron sorprendidos y querían saber ¿quién fue el que hizo el milagro?
Jesús empleó la tierra para sanarlo, los mismos elementos que empleó para crearlo
El ciego obedeció y fue donde Jesús lo envió. Él se dejó conducir por el Señor
El retorno de la vista implicó lavarse en la piscina, como símbolo de transformación.
Jesús quiere manifestar su obra en ti y tus problemas o enfermedades las permite para el glorificarse en medio del dolor y de tu propia impotencia para resolverlos.
Jesús reconoció que le era necesario hacer el milagro, ya que era de día y su misión en el mundo era ser luz; hoy tú y yo somos la luz del mundo. Los nacidos de nuevos son los que encarnan la obra de Cristo en el mundo, ahora que es de día, luego puede ser muy tarde. Hay cegueras espirituales que impiden que veas con claridad los planes de Dios para ti. Tú eres importante, aunque para los demás seas uno que arrastra pecados y piensan que es por eso tus problemas. Jesús anda detrás de ti, obedécele y él te sanarás de todas tus dolencias.
