Lectura: Mateo 27:24-37
Pastora Belkis Fernández, D.Min.
Jesús pasa su última semana aquà en la tierra con una jornada muy intensa; hace una entrada triunfal a Jerusalén, maldice la higuera que no da fruto, purifica y enseña en el templo y dedicó tiempo a su familia, amigos y a sus discÃpulos. Antes de ir a la cruz y ser sacrificado celebró la última cena, conmemorando la pascua y en la cual el mismo se convirtió en ese cordero. Jesús oficializa el nuevo pacto el cual redime los pecados de la humanidad.
Las mujeres acompañaron a Jesús desde Galilea y fueron testigos de su muerte de cruz, de su cuerpo listo para la sepultura, testigos del entierro y luego de su resurrección. En Mateo 27:25 todo el pueblo responde: ¡Caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos! el pueblo judÃo se responsabilizó de la ejecución de Jesús y hasta hoy, es un pueblo donde siempre ha habido guerra y sangre. Continuaban su burla, llamándole ElÃas y dándole a beber vinagre y diciéndole, llama a ElÃas para que te libre de esta prueba.
A las 9 am Jesús es crucificado, a la misma hora donde en el templo se llevaba a cabo el primer sacrificio del dÃa. Jesús pidió a Juan que se ocupara de su madre biológica. (Juan 19:26-27).
A las 3 de la tarde nuestro señor Jesucristo muere, y era justo la hora donde en el templo se llevaba a cabo el segundo sacrificio. Jesús muere en la cruz y carga todo el peso del pecado de la humanidad. Jesús es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Su sangre fue derramada para la expiación de nuestros pecados.
Jesús entregó el espÃritu y a partir de ese momento el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo y la tierra tembló y las rocas se partieron y muchos sepulcros fueron abiertos. A partir de ese momento según Hebreos 10:19-25, hay libertad para poder entrar a la presencia de Jesús y ser parte de un nuevo pacto, de un camino nuevo, vivo, en el cual tenemos acceso gratuito por el pago de su sangre en la cruz del Calvario.
El autor de Hebreos narra que Jesús se presentó una sola vez y para siempre para quitar el pecado mediante su propia muerte en sacrificio. Tenemos nuestro Sumo Sacerdote quien es Jesús, el cual es el mediador entre Dios y los hombres.
