Lectura: Mateo 2:13-15
Pastora Belkis Fernández, D.Min
Jesús tenía que morir en la cruz del calvario, no siendo un bebé, ni un niño, ni un adolescente sino ya todo un adulto. El plan de Dios funcionó y Jesús fue librado de una muerte prematura. Cuando los padres están conectados con el cielo, la familia se conduce mejor aquí en la tierra no importa la circunstancia que tienen que atravesar.
José, el padre adoptivo de Jesús no pierde tiempo ni discusiones. Él tomó al niño y a su madre y discretamente se fue a Egipto. El Señor reveló a José los planes que tenía Herodes de matar a Jesús, siendo un bebé.
El huir con el niño a Egipto ante el peligro fue el plan de Dios. El Señor fue claro al decirle, “Toma al niño y a su madre y vete a Egipto”. José y María no tomaron decisiones por ellos mismos. El Señor le había dicho luego: “permanece allá en Egipto hasta que yo te diga”. Ellos actuaron por instrucción de Dios.
¿Qué enseñanza se desprende de este pasaje de la Escritura?
Aprende a escuchar la instrucción del Señor. Tú y tu familia serán libradas del mal.
Actúa cuando Dios te reveles lo que él quiere para ti.
No regreses al lugar donde Dios te dijo que huyas.
José, fue el padre que obedeció al Señor y huyó hacia Egipto. José escuchó luego la instrucción del Señor y junto a su mujer y el niño Jesús, regresaron a Israel cuando Dios le dijo. Ellos no volvieron donde nació Jesús en Belén, sino que se establecieron en la ciudad de Nazareth donde el Mesías prometido vivió su niñez, adolescencia y juventud.
