Lectura: Lucas 18:1-8 y Mateo 15:21-28
Pastora Belkis Fernández, D.Min.
La oración es el principal instrumento de resiliencia y esto a través de la comunión y diálogo con Dios. La fe convierte a la persona en resiliente espiritual, apelando a Jesús, el único que puede sabotear los planes del maligno. Jesús arruina los planes malos que hay contra ti.
La resiliencia, según la Real Academia Española de la Lengua (RAE), se define de la siguiente manera: “Se trata de la capacidad humana de asumir con flexibilidad situaciones límite y sobreponerse a ellas.” La resiliencia es una aptitud de superación de las adversidades. Este término se deriva del verbo en latín resilio, resilire, que significa "saltar hacia atrás, rebotar".
¿Quién anda provocando desgracia? Satanás quien es el adversario, el padre de mentira y el engañador. Santiago aconseja someterse a Dios, resistid al diablo y huirá de vosotros. En la Biblia hay muchos escenarios de resiliencia, pero en esta ocasión enfocaré a dos mujeres luchadoras que con su aptitud vencieron.
Veamos estos dos ejemplos de resiliencia ante la adversidad:
La mujer viuda y el juez injusto. Lucas 18:1-8
La fe de una mujer extranjera. Mateo 15:21-28
La mujer viuda necesitaba un veredicto legal y pudo lograrlo, mientras que la extranjera fue a Jesús buscando ayuda para su hija. Ella no se amilanó por prejuicios culturales sino que su confianza prevaleció. La fe que tenía marcó la diferencia y su hija recibió la sanidad.
El desafío es renunciar al pecado, es vivir bajo un estilo de vida coherente con los valores de Cristo. La fe en el presente se debilita, pero el Señor tiene grandes promesas porque su palabra nos enseña que sus ojos están puestos en los fieles de la tierra.
